A veces me encantaría tener el poder de leer la mente. Solo a veces, me gustaría saber qué estás pensando, qué palabras te vienen a la cabeza cuando cada mañana me ves bajar del autobús con mi cara de sueño, o cuánto de verdad hay en esas promesas que me haces a diario.
Te quiero. Te quiero. Te quiero. Y quiero que tú me quieras igual que yo te quiero a ti. ¿Parece un trabalenguas? Es más bien una necesidad.
"Puedes encontrarme en mi pequeño invierno"
No hay comentarios:
Publicar un comentario