Esa soy yo

No existe en el mundo otra persona como yo, ¿sabes? Tampoco existe otra sonrisa como la tuya, que me haga sentir que soy fuerte, que puedo con todo. Pero bueno, ese es otro tema. Vagueo 25 horas al día y pienso en ti más de lo que es bueno. Me gusta el 43 y el Vodka, pero si bebo es para verte dos veces. ¿Loca yo? Por favor, me ofendes. Simplemente tengo los huevos de ser como soy y no como quieren que sea. ¿Quieres hablar de mí? Hazlo, pero ya que presumes de valentía, mejor que sea a la cara. Estoy harta de personas que van de mucho y no llegan a nada, estoy harta de personas que prometen ser tan importantes como el universo y al final no llegan ni a un soplo de aire fresco. Me gusta ser así. Vivir la vida al máximo. Reírme de los momentos malos que pasé. Llorar hasta hartarme cuando mi vida está patas arriba. Y después sacar fuerzas de donde sea para levantarme del suelo y volver a dar guerra. Enrollarme con los mejores chicos de la ciudad. Tener un carné falso para entrar en cualquier lugar. Fumar y evadirme en el humo. Emborracharme hasta no acordarme de como me llamo. Tener los tacones más altos del país y acabar volviendo a casa descalza. Ser la princesa de tus sueños y la reina de mi vida. Quiero todo lo que sea imposible de tener. En resumen, quiero tener el mundo a mis pies. Pienso que en la vida si no te arriesgas no vives, y por eso un día decidí tirar los miedos por el balcón y empezar a ser la loca que sonríe 25 horas al día, la que improvisa porque odia los planes, la que canta en medio de un montón de gente aunque desafine, a la que no le importa bailar en medio de la calle. Esa soy yo, y si no te gusta, ahí tienes la puerta.

31 enero 2012

¿Recuerdas cuándo no podíamos pasar un día sin hablarnos? Cuando perdíamos la noción del tiempo mientras hablabamos por teléfono. Cuando solo con mirarte sabía que ningún otro podría hacerme tan feliz como me hacías tú. Y no me equivocaba. No sé si debería agradecerte el tiempo que me regalaste, o pensar que nunca debí conocerte, que solo has hecho que mi vida sea una sucesión de días grises sin más emoción que el sonido del despertador cada mañana.

29 enero 2012

¿Sabes cuánto te hecho de menos? No, no lo sabes. No sabes lo que es que todos los días sean iguales, vivir en una permanente monotonía. Antes cada día era diferente, estabas a mi lado, y con eso era suficiente. Podíamos pasar días enteros tumbados en la hierba mirando al cielo, viendo como las nubes cambiaban de forma e imaginando que los corazones que se formaban eran para nosotros. No vivimos dos días iguales. Recuerdo que decías que solo debía repetirse la salida y la puesta del sol, que el resto era cosa nuestra. Era cosa de los dos. Y yo no puedo sola. No es que el sol haya dejado de salir, es que las nubes que están delante formando corazones rotos impiden que lo vea.

28 enero 2012

Cuando te ahogas, cuando sientes que te falta el aire. Cuando esa persona ha conseguido hacerte sentir absurda. Cuando te sientes perdida, cuando no encuentras ninguna señal que te diga cómo salir de ese laberinto en el que estás metida sin saber como has llegado. Cuando entiendes las canciones. Pero solo las tristes. Las que dicen que en los bares más oscuros es donde mejor se está…

27 enero 2012

Una promesa no se debe romper.

No te prometo ser una princesa. No te prometo que no vayamos a discutir. No te prometo ir siempre detrás de ti. No te prometo que solo habrá risas. No te prometo que será como un cuento. Ni siquiera te prometo que vayamos a ser la pareja perfecta. Y no lo hago porque no me gusta romper mis promesas. En cambio te prometo que te querré como nunca te han querido, que acabaremos todas las discusiones con un beso, que nunca me separaré de tu lado, que cuando lloremos será de lo felices que somos, que escribiremos nuestra propia historia, con su propia letra. Y que no seremos la pareja perfecta porque la perfección aburre, y a mi jamás me pasará eso contigo.