En ocasiones mi vida parece un circo. Yo soy la payasa y el resto es el público. Olvidan mis victorias y me recuerdan una y otra vez mis derrotas. Desde sus asientos me contemplan con miradas acusadoras, con ojos que intentan ver hasta mi último error, controlar cada pestañeo, determinar cuánto miedo tengo a fracasar. También escucho alguna que otra risa, anticipándose a la que creen que será mi gran caída. Doy un paso, dos, tres, otro más. Siento que no avanzo, dudo en cada respiración, comienzo a temblar. Sé que ahora mismo, soy el centro de todas las críticas, su entretenimiento. Pero no me duelen los comentarios de gente desconocida, ni siquiera lo hacen los comentarios de gente a la que conozco vagamente. Gente que quiere verme fracasar en todo lo que me proponga, caer al suelo y seguir cayendo hasta que me quede sin fuerzas para intentarlo. No se inmutan al ver el miedo en mis ojos, es más, aplauden con cada paso que doy hacia el vacío. Y sigo dando pasos, hacia una cuerda que no sé muy bien quién ha colocado ahí. Tal vez haya sido yo, meses atrás, por el simple intento de ser una más, de ser una de vosotros. Sin darme cuenta, estoy sobre la cuerda. Un mínimo movimiento me haría caer al foso de los leones, que quizás no son más que todos esos miedos que me han echado para atrás alguna vez: el miedo a la oscuridad, a la soledad, al perderme y que nadie quiera encontrarme. En ese instante, pasan por mi cabeza miles de pensamientos a la vez, cientos de recuerdos, millones de sonrisas y otras tantas lágrimas. Y decido que no, que hoy no voy a ser la que caiga para divertir al resto, que hoy soy yo la que se ríe. Y salgo así, corriendo por la cuerda, con los brazos en alto, gritando lo que me viene a la mente. Y llego al otro lado. Entonces miro hacia abajo, todas esas personas tienen la boca abierta, no saben cómo la 'perdedora' ha superado la cuerda, cómo no ha caído a los leones, cómo no se ha dejado atrapar por sus miedos, por sus inseguridades. Y salgo por la puerta grande, con una sonrisa en la boca, con un pensamiento de 'aquí estoy yo, volviendo a dar guerra'.