Esa soy yo

No existe en el mundo otra persona como yo, ¿sabes? Tampoco existe otra sonrisa como la tuya, que me haga sentir que soy fuerte, que puedo con todo. Pero bueno, ese es otro tema. Vagueo 25 horas al día y pienso en ti más de lo que es bueno. Me gusta el 43 y el Vodka, pero si bebo es para verte dos veces. ¿Loca yo? Por favor, me ofendes. Simplemente tengo los huevos de ser como soy y no como quieren que sea. ¿Quieres hablar de mí? Hazlo, pero ya que presumes de valentía, mejor que sea a la cara. Estoy harta de personas que van de mucho y no llegan a nada, estoy harta de personas que prometen ser tan importantes como el universo y al final no llegan ni a un soplo de aire fresco. Me gusta ser así. Vivir la vida al máximo. Reírme de los momentos malos que pasé. Llorar hasta hartarme cuando mi vida está patas arriba. Y después sacar fuerzas de donde sea para levantarme del suelo y volver a dar guerra. Enrollarme con los mejores chicos de la ciudad. Tener un carné falso para entrar en cualquier lugar. Fumar y evadirme en el humo. Emborracharme hasta no acordarme de como me llamo. Tener los tacones más altos del país y acabar volviendo a casa descalza. Ser la princesa de tus sueños y la reina de mi vida. Quiero todo lo que sea imposible de tener. En resumen, quiero tener el mundo a mis pies. Pienso que en la vida si no te arriesgas no vives, y por eso un día decidí tirar los miedos por el balcón y empezar a ser la loca que sonríe 25 horas al día, la que improvisa porque odia los planes, la que canta en medio de un montón de gente aunque desafine, a la que no le importa bailar en medio de la calle. Esa soy yo, y si no te gusta, ahí tienes la puerta.

11 marzo 2012

He llegado a la conclusión de que soy una especie en peligro de extinción. Más que nada porque no hay otra persona como yo. Soy rara, soy diferente, soy yo. Soy tan impredecible que nadie conseguirá averiguar qué estoy pensando o cómo voy a actuar. No puedes entenderme porque no puedo hacerlo ni yo misma. Un día me levanto con ganas de comerme el mundo y día siguiente con ganas de comerme un donut. Soy capaz de resolver los problemas de los demás pero no sé por dónde empezar con los míos. Paso de estar hundida a ser feliz en unas pocas sonrisas. Si me tratan demasiado bien, pensaré que quieren algo de mí. Si te quiero, seguiré haciéndolo por muy mal que me trates, hasta que por fin un día abra los ojos y me de cuenta de que sólo eres un capullo más que no se merece tenerme al lado. Entro a los probadores de las tiendas, me pongo mil cosas diferentes y hago muecas con mis amigas ante el espejo o me pongo seria y nadie puede hacerme sonreír. Puedo ser la persona más borde del mundo o ser más tierna que un bebé durmiendo. Si un día me peino bien ten claro que al día siguiente mi pelo estará fatal. Tengo muchas manías, una larga lista de caprichos y cada día me descubro un nuevo defecto. Si hoy te quiero, mañana puedo odiarte o quererte aún más. No me pinto los labios pero siempre llevo pintadas las uñas. Imagino finales para historia que todavía no han empezado. Suelto lo primero que me viene a la cabeza. Pato. Bu. Amarillo. Te puedo crear mucha confusión, hasta el punto de que no sepas qué contestar a mis preguntas o qué hacer cuando me enfado y no respiro, o te puedo hacer reír tanto que no puedas decir nada, solo mirarme con los ojos medio cerrados mientras sonríes. No sé si mis pocas virtudes ganan a mis enormes defectos, solo sé que quién quiere disfrutar de las primeras tiene que aguantar las segundas, y que si consigues hacerlo, me tendrás siempre a tu lado. Y mis siempres suelen durar bastante, digamos que no tienen fecha de caducidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario