Esa soy yo

No existe en el mundo otra persona como yo, ¿sabes? Tampoco existe otra sonrisa como la tuya, que me haga sentir que soy fuerte, que puedo con todo. Pero bueno, ese es otro tema. Vagueo 25 horas al día y pienso en ti más de lo que es bueno. Me gusta el 43 y el Vodka, pero si bebo es para verte dos veces. ¿Loca yo? Por favor, me ofendes. Simplemente tengo los huevos de ser como soy y no como quieren que sea. ¿Quieres hablar de mí? Hazlo, pero ya que presumes de valentía, mejor que sea a la cara. Estoy harta de personas que van de mucho y no llegan a nada, estoy harta de personas que prometen ser tan importantes como el universo y al final no llegan ni a un soplo de aire fresco. Me gusta ser así. Vivir la vida al máximo. Reírme de los momentos malos que pasé. Llorar hasta hartarme cuando mi vida está patas arriba. Y después sacar fuerzas de donde sea para levantarme del suelo y volver a dar guerra. Enrollarme con los mejores chicos de la ciudad. Tener un carné falso para entrar en cualquier lugar. Fumar y evadirme en el humo. Emborracharme hasta no acordarme de como me llamo. Tener los tacones más altos del país y acabar volviendo a casa descalza. Ser la princesa de tus sueños y la reina de mi vida. Quiero todo lo que sea imposible de tener. En resumen, quiero tener el mundo a mis pies. Pienso que en la vida si no te arriesgas no vives, y por eso un día decidí tirar los miedos por el balcón y empezar a ser la loca que sonríe 25 horas al día, la que improvisa porque odia los planes, la que canta en medio de un montón de gente aunque desafine, a la que no le importa bailar en medio de la calle. Esa soy yo, y si no te gusta, ahí tienes la puerta.

17 febrero 2012

Y hoy miro atrás y veo todo lo que he perdido con el tiempo, veo a toda esa gente que un día formó parte de mi vida y que hoy no está, miles de recuerdos que se amontonan en mi mente mezclados con una sensación de nostalgia. Por un lado recuerdo aquellas amistades que se degastaron por el tiempo y la distancia, quizás me arrepiento de no haber luchado un poco más por seguir pero también sé que cada persona debe elegir su camino. Por otro lado me acuerdo de las decepciones que me he llevado con esa gente que un día me prometió estar ahí para todo y de aquel siempre del que ya no queda ni los restos. También recuerdo que a veces fui yo la que me equivoqué, que fui la que falló a aquella gente que tanto quería. Pero a pesar de las decepciones hay que reconocer que los recuerdos no se borran de un día para otro, que por mucho que queramos no podemos hacerlos desaparecer. Pero aquellas cosas que antes parecían un mundo, con el tiempo dejan de ser tan importantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario